Las obras de Dionisio, de evidente transfondo platónico, fueron escritas aproximadamente a finales del siglo V de nuestra era y se las relaciona con Platón, Proclo y Damascio; su autoría es atribuida a alguien que confusamente se dice discípulo de San Pablo, a pesar del desfasaje de tiempo manifiesto, aunque no debe rechazarse una filiación simbólica, lo cual es evidente en el nombre Hieroteo, supuesto maestro del supuesto Areopagita (llamado así por el Areópago de Atenas, ciudad donde se tomó a Pablo y Timoteo por manifestaciones de Júpiter y Mercurio). Ha influido directamente a Boecio, Juan Scoto Erígena, Eckhart, Suso, Nicolás de Cusa, Ramón Llull, Rogelio Bacon, Robert Grossetteste, incluso a Alberto Magno y Tomás de Aquino, y por intermedio de estos a toda la Edad Media. Hay una identidad de conceptos entre el Corpus Hermeticum (http://www.symbolos.com/corpus00.htm), en versión greco-egipcia, es decir pagana, los escritos de Proclo y los Oráculos Caldeos, y la obra de Dionisio de modo cristiano, aparte del ambiente y la atmósfera que ambos trasuntan. Se ha publicado Los nombres divinos y otros escritos, Ed. A. Bosch, Barcelona 1980; Obras completas, B.A.C., Madrid 1995; y Los nombres divinos, Edicomunicación, Barcelona 1988, de la que este es un fragmento.
samedi 23 janvier 2010
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