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vendredi 4 janvier 2008

Meguido - La "ciudad de los carros" de Salomón

Tel (montículo) Meguido (también se escribe "Megiddo"), conocido como Tel-el-Mutesellim (el Monte del Gobernante) ha sido identificado como una de las ciudades más importantes de los tiempos bíblicos. Situado en un monte que mira hacia el fértil valle de Jezreel, Meguido tuvo gran importancia estratégica ya que domina el acceso oriental de Nájal Irón (nájal, un lecho de río seco), parte de la carretera internacional que conducía desde Egipto, a lo largo de la planicie costera hasta el Valle de Jezreel y de ahí a Damasco y Mesopotamia (esta carretera pasó a ser conocida posteriormente como Vía Maris, el Camino del Mar). Las fuentes antiguas registran numerosas batallas que se desarrollaron por el control de la ciudad; en el Nuevo Testamento (Apocalipsis 16:16) Armagedón (que algunos consideran como una deformación de Har Meguidó - el Monte de Meguido) es mencionado como el lugar de la "Batalla del Fin de los Días".

Uno de los montículos más grandes de Israel (se extiende sobre una superficie de unas 6 hectáreas) y rico en hallazgos arqueológicos, Tel Meguido es un importante sitio para el estudio de la cultura material de los tiempos bíblicos. Un total de 20 ciudades fueron construidas en Meguido, una encima de la otra, en el curso de 5.000 años de continua ocupación; desde los tiempos del primer asentamiento a fines del sexto milenio AEC hasta su abandono en el siglo V AEC.

Varias expediciones han excavado en Meguido desde comienzos del siglo XX. Las excavaciones más importantes fueron realizadas por el Instituto Oriental de la Universidad de Chicago entre los años 1925 y 1939. Las cuatro ciudades superiores del tel, que datan de la primera mitad del primer milenio AEC, fueron excavadas por dicha expedición. Algunas secciones excavadas hasta la roca dejaron al descubierto los restos de la ciudad más antigua.

Los hallazgos corroboraron la evidencia escrita respecto a la importancia de Meguido, primero como ciudad real cananea, luego como posición y centro administrativo egipcio, posteriormente como la "ciudad de los carros" de los reyes de Israel y finalmente como la ciudad de control de las provincias asirias y persas.

Las excavaciones en Meguido se renovaron en 1994 con el objetivo de aclarar la estratografía y cronología de la ciudad y para obtener una información adicional acerca de los restos arquitectónicos y culturales en el lugar.

Una ciudad real Cananea y un centro administrativo Egipcio

A fines del sexto milenio AEC se estableció una aldea sobre el monte de Meguido, pero el primer asentamiento urbano fortificado, restos del cual fueron descubiertos en la roca en la parte oriental del tel, data de comienzos del tercer milenio AEC. Dentro de sus murallas había un templo rectangular alargado con un altar frente a su entrada; tenía un techo bajo, sostenido por columnas de madera colocadas sobre bases de piedra. Las nuevas excavaciones pusieron al descubierto varias paredes de piedra paralelas, cada una de 4 m. de grosor, y los huecos entre ellas estaban llenos con huesos de animales sacrificados.

Durante los siguientes 2.000 años, se construyó una serie de templos cananeos, uno encima del otro, en el lugar de este antiguo templo.

A fines del tercer milenio AEC se construyó una bamá (altar) circular de piedra de 8,5 m. de diámetro y 1,5 m. de altura. Siete escalones conducen a su parte superior, donde se ofrecían sacrificios. Este es un excelente ejemplo de bamot (altares) de culto, frecuentemente mencionados en la Biblia (p. ej. I Samuel 9:12-15). Posteriormente, a comienzos del segundo milenio AEC, se añadió un complejo de tres templos idénticos en el fondo de la bamá, formando un impresionante centro de culto cananeo. Cada uno de estos templos estaba compuesto por una sala rectangular con una bamá en el fondo y un patio abierto en el frente, donde un par de bases de piedra redondas indican pilares. Hacia finales del segundo milenio AEC se construyó un nuevo templo cananeo sobre las ruinas de los anteriores; tenía muros especialmente gruesos e incluía una pequeña cámara de culto con dos torres que protegían su fachada.

Desde comienzos del segundo milenio AEC, Meguido fue un importante centro militar. La ciudad fue rodeada por firmes fortificaciones de piedra y glacis. El área dentro de los muros estaba cuidadosamente planeada y dividida en varias zonas claramente definidas: el barrio real que contenía los palacios, el barrio administrativo y los barrios residenciales. Este plan no se modificó significativamente hasta el siglo XII AEC.

Hacia mediados del segundo milenio fue construida en el muro norte de la ciudad una nueva puerta de dimensiones enormes, hecha de grandes piedras sobre bases de basalto labrado. Esta puerta incluía dos pares de cámaras con un ancho pasaje entre ambas, que brindaba un acceso cómodo a los carros. Cerca de la puerta en el muro oriental se encontraba el palacio de los reyes cananeos de Meguido. Este era un palacio muy grande y lujoso, cuyas habitaciones estaban construidas en torno a un patio. Joyas de oro y marfil encontradas en el palacio demuestran la riqueza de los reyes de Meguido y sus relaciones políticas y comerciales con los países y las culturas vecinas.

Meguido es mencionada muchas veces en inscripciones egipcias de los siglos XV a XIII AEC. Estas inscripciones son testimonio de la importancia de la ciudad como centro de la administración egipcia en Canaán y como base logística en la ruta hacia el norte. Inscripciones en el templo del dios Amón en Karnak (en el Alto Egipto) describen la primera campaña militar de Tutmosis III en Canaán, a comienzos del siglo XV AEC. De acuerdo con dicha descripción, el ejército egipcio cruzó los Montes de Manasés y avanzó a través de Nájal Irón hasta el valle de Jezreel. El ejército unido de los reyes cananeos, sorprendido por este avance militar, fue derrotado; Meguido fue conquistada después de un asedio de siete meses.

Su majestad [Tutmosis III] se dirige a sus generales: Ese miserable enemigo [los cananeos] ha venido y ha entrado en Meguido. Está aquí en este momento. Ha reunido a todos los príncipes de los países extranjeros que habían sido leales a Egipto, así como a aquellos lejanos como Naharín y Mitani [en la Siria actual]... Entonces su majestad avanzó a la cabeza de su ejército... No encontró ningún enemigo. Su ala sur estaba en Taanaj, y su ala norte se encontraba en la parte sur del Valle de Qina... Así su majstad [Tutmosis] los superó [a los cananeos] a la cabeza de su ejército. Luego ellos vieron a su majestad que los vencía y huyeron precipitadamente a Meguido y en sus rostros había pánico. Abandonaron sus caballos y sus carros de oro y plata...

Seis cartas encontradas en los archivos de los reyes egipcios en el-Amarna, del siglo XIV AEC, fueron enviadas por el rey de Meguido a sus señores, los reyes de Egipto. En dichas cartas Biridiya, rey de Meguido, describe la creciente amenaza a su ciudad por parte de Labayu (rey de Siquem) y ruega por ayuda:

Al Rey, mi señor, y mi dios Sol, digo: Así Biridiya, el fiel servidor del Rey. A los dos pies del rey, mi señor y mi dios Sol, caigo siete y siete veces. Sepa el rey que desde que los arqueros regresaron [a Egipto], Labayu ha llevado a cabo hostilidades en mi contra, y no podemos recoger la lana y no podemos salir de la puerta en presencia de Labayu, dado que él se enteró que usted no ha dado arqueros; y ahora ha decidido apoderarse de Meguido, pero el Rey protegerá la ciudad para que Labayu no la asedie. Verdaderamente, Labayu no tiene otro propósito. El pretende destruir Meguido.

Con la decadencia del control egipcio en los siglos XII y XI AEC, se desataron luchas por el control de la zona entre los cananeos, los filisteos y los israelitas que dejaron su marca en las ruinas de Meguido. La ciudad finalmente fue conquistada por el rey David, quien la fijó como un importante centro regional de su reino.

La monarquica "Ciudad de los Carros""

Meguido alcanzó su cúspide bajo el rey Salomón en el siglo X AEC. El la reconstruyó como una ciudad real que administraba la parte norte del reino. La construcción de Jerusalem, la capital, y de Hazor, Meguido y Gezer como parte de una planificación urbana centralizada, es así relatada en la Biblia:

Esta es la razón de la leva que el rey Salomón impuso para edificar la casa de Dios, y su propia casa, y la fortaleza, y el muro de Jerusalem, y Hazor, Meguido y Gezer. (I Reyes 9:15).
En las tres ciudades se encontraron rasgos arquitectónicos característicos de los centros reales del período de la monarquía. En las excavaciones de Meguido, dichos elementos se hallaron en los palacios, los edificios, las fortificaciones, los centros administrativos, los depósitos, los establos y el sistema de agua.

Durante el reinado de Salomón, Meguido fue rodeada por un fuerte muro de casamatas (dos muros paralelos con particiones entre ellos, que forman habitaciones). Las casamatas servían como barracas para los soldados y para el depósito de equipo. Un nuevo portón de la ciudad fue construido sobre las ruinas de la puerta cananea en la parte norte del muro. Esta puerta incluía tres series de cámaras con un pasaje entre ellas; para seguridad adicional, se agregaron torres y por fuera de esta puerta un portón exterior.

Dentro de la ciudad se construyeron grandes palacios y cerca de ellos edificios administrativos idénticamente planificados: una serie de habitaciones en torno a un patio central abierto. Estos edificios estaban muy bien construidos, con un amplio uso de grandes piedras labradas y los gruesos muros soportaban un segundo piso. Encima de las jambas de las puertas había capiteles de piedra protoeólicos con volutas estilizadas.

Meguido fue destruida en la campaña militar del Faraón Shishak en el año 926 AEC, y restaurada durante el reinado de Acab, rey de Israel (aprox. 874-852 AEC) quien la convirtió en la "ciudad de carros" real. Los muros de la nueva ciudad tenían un ancho de 3,5 m., construidos con entradas y salidas, e incorporaba la puerta salomónica. Entre los edificios del período de Acab, son dignos de mención varios edificios grandes e idénticos, que cubren amplias zonas de la ciudad. Algunos arqueólogos creen que eran bodegas, barracas o lugares de mercado, mas la mayoría de los estudiosos los consideran establos.

Basándose en el relato bíblico, en un comienzo se fijó la fecha de los establos en la época del reino de Salomón, pero nuevas evidencias han establecido su fecha en el siglo IX AEC, durante el reino de Acab. El complejo de establos sur está dividido en varios compartimentos, cada uno de ellos subdividido en tres salas largas y paralelas: dos salas exteriores de pesebres, y un corredor central. El techo de los establos estaba sostenido por grandes pilares de piedra cuadrada. En los establos había canales de piedra y piedras perforadas para atar los caballos. En el medio de un gran patio, rodeado por una pared de piedra, había un estanque para beber. Se estima que los establos de Meguido tenían capacidad para unos 450 caballos; los edificios adyacentes indudablemente alojaban decenas de carros de batalla - una cantidad impresionante en términos de la época.

Para asegurar el abastecimiento del agua a la ciudad en tiempos de asedio, se labró en la roca un sistema de aguas subterráneo en la parte occidental de la ciudad, que permitia llegar al manantial ubicado a los pies de la montaña por fuera de los muros sin ser visto por el enemigo. Este proyecto requirió un considerable ingenio y una gran cantidad de duro trabajo. El sistema de agua consiste en un túnel cuadrado a 25 m. de profundidad y 80 m. de largo. Con el fin de ocultar la fuente de agua al enemigo y proteger a los usuarios del sistema de agua, se construyó un muro particularmente grueso, camuflado por una cobertura de tierra, a la entrada de la cueva de la cual surge la fuente, bloqueando el acceso desde afuera.

Meguido siguió sirviendo como sede del gobernador real durante el reinado de Jeroboam II, rey de Israel. Esto está atestiguado en un sello, encontrado en las excavaciones a comienzos del siglo XX, que tiene la inscripción: "A Shema, servidor de Jeroboam". Durante la rebelión de Jehu, Ajazia, rey de Judá, huyó a Meguido y murió allí a consecuencia de sus heridas. (II Reyes 9:27).

Meguido aparentemente fue conquistada y destruida en el año 732 AEC, durante la campaña de Tiglar Pileser III, rey de Asiria, contra el Reino de Israel. (II Reyes 15:29).


Los Ultimos Dias de Meguido

Los asirios convirtieron a Meguido en la ciudad real de su provincia en el norte del conquistado reino de Israel y la reconstruyeron en su más fina tradición arquitectónica. Una red ortogonal de calles dividía a la ciudad en barrios. En el sur de la ciudad, se encontró un silo redondo de piedra, de 11 m. de diámetro, con dos estrechos tramos de escaleras a sus lados. A fines del siglo VII, aparentemente durante el reinado de Josías, rey de Judá, se construyó una fortaleza rectangular en el extremo del lado oriental del tel, pero permaneció en uso solamente hasta la caída de Josías en el año 609 AEC, cuando fue destruida.

En aquellos días el Faraón Necao, rey de Egipto, subió contra el rey de Asiria al río Eufrates, y salió contra él el rey Josías; pero aquél, así que le vio, lo mató en Meguido. (II Reyes 23:29).
De ahí en adelante Meguido decayó y fue abandonada finalmente durante el dominio persa, en el siglo V AEC.

Las nuevas excavaciones están siendo llevadas a cabo por I. Finkelstein y D. Ussishkin en nombre de la Universidad de Tel Aviv en cooperación con B. Halpern en nombre de la Universidad Estatal de Pennsylvania


Source: Ministry of Foreign Affairs http://www.mfa.gov.il/


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