LA HABANA, Cuba - 31 de agosto (Juan Carlos Linares Balmaseda / www.cubanet.org) - El pasado 2 de agosto la jefa de la Oficina de Asuntos Religiosos del Partido Comunista de Cuba, señora Caridad Diego, citó a su despacho a un alto funcionario del Supremo Consejo del Grado 33 para la República de Cuba.
Entre otras cuestiones, la señora Diego abordó el tema de las elecciones en ese cuerpo masónico, dispuestas para enero de 2008, y amenazó con romper todas las relaciones del gobierno con el Supremo Consejo si era electo al cargo de Soberano Gran Comendador el señor Gustavo Pardo Valdés, quien actualmente ocupa el cargo de Gran Canciller Secretario General, además de ser el Presidente de la Academia Cubana de Altos Estudios Masónicos de la Gran Logia de Cuba, y un investigador de la historia de la masonería.
Diego alegó que Pardo es un enemigo declarado de la revolución, que asiste y ayuda a los presos "contrarrevolucionarios", que tiene grandes vínculos con funcionarios de la Sección de Intereses de Estados Unidos en Cuba y no se descarta un proceso legal en su contra.
"Romper todas las relaciones del gobierno con el Supremo Consejo podría implicar que nuestro cuerpo masónico se convierta en una organización ilegal y sus bienes sean incautados", fundamentó el señor Pardo.
Fuente:
http://www.cubanet.org/CNews/y07/ago07/31a1.htm
Entre otras cuestiones, la señora Diego abordó el tema de las elecciones en ese cuerpo masónico, dispuestas para enero de 2008, y amenazó con romper todas las relaciones del gobierno con el Supremo Consejo si era electo al cargo de Soberano Gran Comendador el señor Gustavo Pardo Valdés, quien actualmente ocupa el cargo de Gran Canciller Secretario General, además de ser el Presidente de la Academia Cubana de Altos Estudios Masónicos de la Gran Logia de Cuba, y un investigador de la historia de la masonería.
Diego alegó que Pardo es un enemigo declarado de la revolución, que asiste y ayuda a los presos "contrarrevolucionarios", que tiene grandes vínculos con funcionarios de la Sección de Intereses de Estados Unidos en Cuba y no se descarta un proceso legal en su contra.
"Romper todas las relaciones del gobierno con el Supremo Consejo podría implicar que nuestro cuerpo masónico se convierta en una organización ilegal y sus bienes sean incautados", fundamentó el señor Pardo.
Fuente:
http://www.cubanet.org/CNews/y07/ago07/31a1.htm
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