Los tres órdenes arquitectónicos griegos son: dórico, jónico y corintio. En cuanto a orden entendemos a este como aquel edificio compuesto por tres tipos de elementos: pedestal, columna y entablamento. Los órdenes dórico y jónico aparecen al mismo tiempo en el comienzo de la arquitectura griega mientras que el corintio es una evolución tardía del orden jónico.
Orden dórico:
Es el más sobrio en cuanto a formas y proporciones. Su decoración se caracteriza por preservar la mayor austeridad posible. Suele estar asociado a divinidades masculinas.
El pedestal está formado por una grada de tres escalones, los dos inferiores se denominan estereóbatos y el superior estilóbato. No tiene basa. Tiene de 16 a 20 estrías longitudinales conocidas que son aristas vivas. Tiene un ensanchamiento en su centro, conocido como éntasis.
El capitel consta de collarino de un núcleo principal en forma de plato conocido como equino y un prisma cuadrangular llamado ábaco. En el ábaco descansan las piezas horizontales del entablamento constituido por tres partes: arquitrabe, friso y cornisa. El arquitrabe dórico es como una gran viga recostada sobre las columnas, carece de decoración. En el friso sí existe decoración donde se alternan los triglifos y las metopas. La cornisa sobresale del friso y está decorado con mútulos.
Orden jónico:
Su origen se encuentra en las riberas de los ríos de Asia Menor. Suele estar asociado a lo femenino, por tanto, se emplea en los templos de las diosas. El pedestal es igual que el del dórico. La columna arranca de una basa formada por una escocia y dos toros. La columna tiene entre 20 y 24 acanaladuras verticales separadas por superficies planas; carece de éntasis. El capitel se culmina con un ábaco. El arquitrabe se constituye con tres bandas horizontales. El friso es una viga que se encuentra decorada con relieves, mientras que la cornisa está ornamentada en su parte inferior con dentículos.
Orden corintio:
Tiene las mismas características que el orden jónico, sin embargo su capitel se encuentra decorado con hojas de acanto, y su friso puede estar decorado o no.
Orden dórico:
Es el más sobrio en cuanto a formas y proporciones. Su decoración se caracteriza por preservar la mayor austeridad posible. Suele estar asociado a divinidades masculinas.
El pedestal está formado por una grada de tres escalones, los dos inferiores se denominan estereóbatos y el superior estilóbato. No tiene basa. Tiene de 16 a 20 estrías longitudinales conocidas que son aristas vivas. Tiene un ensanchamiento en su centro, conocido como éntasis.
El capitel consta de collarino de un núcleo principal en forma de plato conocido como equino y un prisma cuadrangular llamado ábaco. En el ábaco descansan las piezas horizontales del entablamento constituido por tres partes: arquitrabe, friso y cornisa. El arquitrabe dórico es como una gran viga recostada sobre las columnas, carece de decoración. En el friso sí existe decoración donde se alternan los triglifos y las metopas. La cornisa sobresale del friso y está decorado con mútulos.
Orden jónico:
Su origen se encuentra en las riberas de los ríos de Asia Menor. Suele estar asociado a lo femenino, por tanto, se emplea en los templos de las diosas. El pedestal es igual que el del dórico. La columna arranca de una basa formada por una escocia y dos toros. La columna tiene entre 20 y 24 acanaladuras verticales separadas por superficies planas; carece de éntasis. El capitel se culmina con un ábaco. El arquitrabe se constituye con tres bandas horizontales. El friso es una viga que se encuentra decorada con relieves, mientras que la cornisa está ornamentada en su parte inferior con dentículos.
Orden corintio:
Tiene las mismas características que el orden jónico, sin embargo su capitel se encuentra decorado con hojas de acanto, y su friso puede estar decorado o no.
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